El efecto Dunning Kruger en nutrición: cuando creer que sabes, te hace gastar y arriesgar.
- Lini Alvarez
- 15 jul
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 18 ago
En la consulta de nutrición cada vez es más común escuchar frases como:
"Yo ya sé comer, pero vengo por si me falta algo."
"Estoy tomando este suplemento porque lo vi recomendado por un entrenador y tiene estudios científicos."
Este tipo de afirmaciones son un reflejo claro del efecto Dunning Kruger (1) , un sesgo cognitivo en el que personas con pocos conocimientos sobre un tema sobreestiman su entendimiento. En el caso de la nutrición, esto se traduce en creer que se sabe más de lo que realmente se sabe, especialmente cuando se han consumido muchos mensajes simplistas o pseudocientíficos que circulan en redes.
📉De la ignorancia a la ilusión de sabiduría
Lo paradójico de este efecto es que quien menos sabe, más seguro se siente, y esta falsa seguridad es un terreno fértil para el marketing. Muchos mensajes de venta de suplementos hoy se camuflan de ciencia: usan tecnicismos, gráfico o citan estudios fuera de contexto para dar la sensación de rigor.
Así los consumidores con menor capacidad para diferenciar afirmaciones científicas reales de pseudociencia son más propensos a compartir y creer en información errónea, especialmente si está revestida de autoridad o tecnicismo (2). Si quieres profundizar más, te recomiendo este breve video [Pincha aquí] que explica el impacto del exceso de confianza en nutrición.
🩺¿Qué pasa en consulta?
Desde el punto de vista clínico, este fenómeno dificulta el abordaje real de los hábitos alimentarios. Muchos pacientes llegan convencidos de que necesitan un "suplemento para la microbiota", "una proteína para ganar músculo" o "algo para que el niño coma", sin haber analizado su alimentación real, hábitos o requerimientos. Esto puede retrasar el diagnóstico nutricional, generar frustración o incluso llevar a abandonos cuando la propuesta profesional contradice la "experiencia" previa.
👶 Cuando el Dunning-Kruger afecta a la nutrición infantil
En nutrición pediátrica este sesgo cognitivo adquiere una dimensión aún más preocupante. Muchos padres y madres llegan a la consulta con la firme creencia de que su hijo o hija "necesita algo más", aunque no haya signos clínicos de carencia
Frases como:
“Le doy jalea real para que no se resfríe tanto”,
“Un batido de proteína porque está delgado”,
“Vitaminas porque no come verduras”.
Se han vuelto habituales. Y aunque el objetivo es el bienestar del menor, muchas decisiones parten más de la ansiedad y la autoafirmación que del análisis nutricional real.
Este exceso de confianza dificulta la intervención. A menudo, cuando se propone una estrategia basada en hábitos (como mejorar rutinas de sueño, reducir snacks o trabajar el ambiente alimentario), la familia la percibe como insuficiente frente a la expectativa de una solución rápida en forma de suplemento y el resultado es una acumulación de productos innecesarios que pueden desplazar prácticas más efectivas y sostenibles.
Así lo usa el marketing
El marketing nutricional ha aprendido a explotar este efecto: no necesita educar al consumidor, solo hacerle sentir que ya sabe lo suficiente para justificar su compra. La promesa no es aprender, es validar lo que ya cree. Las afirmaciones de salud simplificadas aumentan la intención de compra, incluso cuando los productos no aportan beneficios reales.
Y por supuesto, esto es terreno fértil para el marketing dirigido a padres: mensajes que apelan al "niño sano y feliz", con imágenes coloridas y respaldo “científico”, validan aún más esa ilusión de que ya se está haciendo bien.

Desde la consulta sabemos cómo combatirlo… pero no parece suficiente
Los nutricionistas clínicos trabajan para desactivar estas creencias desde la entrevista, con preguntas abiertas, educación progresiva y confrontación empática. Pero los datos nos indican que no es suficiente.
Según FIAB (Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas) el mercado global de suplementos alimenticios ha tenido un crecimiento total acumulado del 17,6 % entre el 2019-2023 y sigue creciendo cada año, especialmente en categorías como "salud intestinal", "bienestar inmunológico" y "estilo de vida fitness. Por otro lado, la Academia Española de Nutrición y Dietética afirma que aproximadamente 75 % de los españoles consume algún tipo de suplemento alimenticio, en su mayoría sin prescripción médica (4-5).
Mientras sigamos sobrevalorando lo que creemos saber, la promoción sobre productos alimentarios tendrá el terreno ganado. Combatir el Dunning-Kruger en nutrición no es solo tarea de consulta: es una labor colectiva de educación crítica, acceso a información de calidad y regulación del discurso pseudocientífico.
Bibliografía
Dunning D, Kruger J. Unskilled and unaware of it: How difficulties in recognizing one's own incompetence lead to inflated self-assessments. JPSP. 1999; 77(6): 1121–1134.
Pennycook G, Bear A, Collins E, Rand D. The Implied Truth Effect: Attaching Warnings to a Subset of Fake News Stories Increases Perceived Accuracy of Stories Without Warnings. Manage Sci. 2019; 66(11): 4944–4957.
Benson T, Lavelle F, Bucher T, et al. The Impact of Nutrition and Health Claims on Consumer Perceptions and Portion Size Selection: Results from a Nationally Representative Survey. Nutrients. 2018; 10(5): 656
Baladia E, Monñino M, Matínez-Rodríguez R, et al. Uso de suplementos nutricionales y productos a base de extractos de plantas en población española: un estudio transversal. RENHYD. 2022: 26(3). Disponible en: https://dx.doi.org/10.14306/renhyd.26.3.1693
FIAB – Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas [Internet]. Madrid: FIAB; 2023 [consultado 15 jul 2025]. El sector de los complementos alimenticios en España, a examen. Disponible en: https://fiab.es/el-sector-de-los-complementos-alimenticios-en-espana-a-examen/
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